Pedro Como un Discípulo Modelo

A muchos Cristianos se les ha escuchado decir: 'De verdad que me identifico con el apóstol Pedro en el Nuevo Testamento'. Existen razones por las que esto no es un accidente o una coincidencia. Dios nos ha dado a Pedro como un modelo del típico discípulo. Los discípulos de hoy pueden aprender y motivarse con su ejemplo.

A ningún apóstol se le da tanta cobertura en los Evangelios como a Pedro. Este renombre es a propósito.

1. A él siempre lo mencionan primero. En las tres listas de los doce discípulos (Mt 10:2-4/Mc 3:13-19/Lc 6:14-16), Pedro está a la cabeza.
2. Él es el portavoz de los discípulos. Lo que Pedro dice normalmente representa el consenso de la opinión de los doce discípulos acerca de Jesús y Sus enseñanzas (e.g., Mt 16:15-16/Mc 8:29/Lc 9:20; Mt 17:24; Mc 16:7; Lc 12:41; Jn 6:67-69). Es como si Pedro dijera lo que los otros están pensando. De la misma manera, muchos Cristianos hoy admiten que Pedro hace eco de sus pensamientos. A Pedro se le presenta como el líder del grupo, una posición que él mantiene en el inicio de la iglesia descrita en el libro de los Hechos.
3. Él fue uno de los tres íntimos de Jesús. Junto con Jacobo y Juan, Pedro está al tanto de las conversaciones y experiencias más privadas del Señor Jesús (e.g., Mt 17:1/Mc 9:2/Lc 9:28 Mt 26:37/Mc 14:33). Muchas de estas experiencias sirven como lecciones en el discipulado.
4. Sus experiencias son las de un típico discípulo. De todos los Apóstoles, Pedro tiene el mayor nivel de experiencias. Vemos su primer encuentro con Cristo (Jn 1), su llamado al discipulado (Mt 4/Mc 1), sus lecciones de obediencia y fe (Lc 5), sus fallas (Lc 22; Jn 13, 18), su restauración (Jn 21), y su comisión al ministerio (Jn 21). Normalmente Pedro es el que inicia o es el receptor central de las discusiones de Jesús acerca de las condiciones y recompensas del discipulado (e.g., Mt 16:24-28/Mc 8:34-38/Lc 9:23- 27; 14:25-33; Mt. 19:27-30/Mc 10:28-31)

Como el típico discípulo, aprendemos muchas lecciones acerca del discipulado en el ejemplo de Pedro. En los episodios que estudiamos en esta lección, la terminología del discipulado es destacada o implícita. Cuando vemos los episodios de la vida de Pedro en los Evangelios que mencionan o implican seguir en el discipulado, encontramos las siguientes lecciones:

1. Los discípulos deben tener una visión de lo que pueden llegar a ser. Jn 1:40-42. Pedro solamente estaba buscando la verdad cuando Jesús le dice en su primer encuentro que él tiene un futuro sólido como uno de Sus discípulos. Jesús le dice a Pedro que él será llamado un Cefas, o 'roca'. Jesús espera una transformación por esa asociación. Los discípulos y los que dan el discipulado deben empezar el proceso del discipulado con este fin en mente. Este fin es establecerse firmemente en la semejanza de Cristo (Mt 10:25).
2. Los discípulos deben adoptar una vida con el propósito de evangelismo. Mt 4:18-22/Mc 1:14-20. Este episodio es diferente al de Juan 1. Pedro evidentemente ya ha creído y está familiarizado con Jesús, pero no ha adoptado Su propósito de vida porque a él todavía se le ve trabajando en su antigua profesión de pescador. Jesús dijo que Él vino a buscar y a salvar a los perdidos (Lc 19:10) y a predicar el evangelio (Mc 1:38). Pedro acepta la invitación de Jesús de también convertirse en un pescador de hombres. Al hacerse como el Maestro, los discípulos se deben someter a Su propósito de vivir para alcanzar a los perdidos.
3. Los discípulos deben aprender a confiar y obedecer al Señor. Lc 5:1-11. Aunque aquí tenemos una escena de pesca similar, los detalles muestran que también es un episodio diferente al de Mt 4/Mc 1. Pedro sigue comprometido de alguna manera con su antigua manera de pescar peces, no hombres. Como tal, él no está totalmente sometido al llamado de Jesús y al propósito para su vida. Cuando Pedro aprende a obedecer, él es bendecido con éxito. Esta vez él también está dispuesto a dejarlo todo. Los discípulos sólo son útiles y fructíferos cuando obedecen. Los discípulos deben de aprender que Dios bendice especialmente cuando le obedecemos a Él en el propósito del evangelismo.
4. Los discípulos deben de poner primero a Dios sin importar el costo. Mt 16:24-28/Mc 8:34-38/Lc 9:23-27; 14:25-33. Pedro y los otros discípulos son los que reciben las condiciones para el discipulado de Cristo. Pero estas condiciones vienen después de la confesión de Pedro acerca de quién es Cristo y de la revelación de Cristo acerca de Su sufrimiento y muerte. Ahora Jesús les ha dicho que someterse a la voluntad de Dios le va costar la vida a Él; Él les dice a los discípulos lo que significa seguir Su voluntad. Ellos van a tener que pagar un precio. Un discípulo debe de perder su vida para poderla encontrar. Existe un costo en el discipulado, pero también existe una recompensa.
5. Los discípulos deben dejar que las fallas y la restauración les enseñe una lección acerca de la gracia de Dios. Jn 13:36-38; 18:15-27; 21:15-23. El discipulado de Pedro se interrumpió cuando falló al negar a Cristo la noche de Su arresto. Él continúa siguiendo a Jesús en cierta manera, pero a distancia. Jesús predice este lapso en la fe de Pedro pero también su restauración (Lc 22:31-34). Jesús sabía que Pedro iba a regresar a Él y que esto le iba a servir para fortalecer a los demás. Pedro falló por su orgullo y presunción. Los discípulos van a fallar a veces, pero deben ver su falla como una desviación, no como un callejón sin salida, en la suma de su jornada. Ellos deben ver que Dios puede usar sus fallas para fortalecer a otros en sus jornadas espirituales.
6. Los discípulos deben servir a Dios en su propio y único ministerio. Jn 21:15-23. La restauración de Pedro se indica con la triple pregunta de Cristo: '¿Pedro, Me amas?'. Jesús ayuda a que Pedro se enfoque en la única cualificación para ministrar a otros: el amor hacia Jesús. A Pedro se le vuelve a decir que lo siga, pero cuando él hace la pregunta acerca del futuro de Juan, básicamente se le dice: 'No te preocupes acerca de él, tú sígueme a Mi'. Jesús le está enseñando a Pedro a que no se compare sino a que se enfoque en su propio y único ministerio. Los discípulos deben ser enseñados a que se enfoquen en su propio y único ministerio de acuerdo a sus dones y llamado particular.

La historia de Pedro nos muestra la jornada del típico discípulo. Nos enseña que el discipulado no es un estado estático, sino una jornada dinámica. Un discípulo siempre está siendo retado a ser más discípulo. Las demandas de Cristo en base a nuestro estudio van de lo general a lo específico. Cada llamado a seguirle involucra una mayor comprensión, un compromiso más profundo, y un sacrificio más grande. El discipulado es en una dirección y orientación en la que seguimos progresivamente a Jesucristo como Maestro.