Interpretando 1ª Juan

Interpretar 1ª Juan es problemático para algunos por los enunciados que parecen ser exámenes o condiciones. La opinión general de los comentaristas es que el propósito de estos es determinar si alguien es eternamente salvo o no. Otro punto de vista, no tan común, es que los exámenes no determinan la salvación eterna de uno, sino la experiencia de nuestro compañerismo con Dios. ¿Los exámenes de 1ª Juan tienen la intención de examinar la relación eterna de uno con Dios o de examinar el compañerismo íntimo de uno con Dios? La respuesta tiene ramificaciones importantes para la comprensión personal del evangelio y por consecuencia, la seguridad de la salvación de uno.

Los exámenes están esparcidos a través de la epístola. Aquí hay algunos ejemplos de las condiciones declaradas en esos exámenes:

2:4 El que dice: 'Yo le conozco', y no guarda sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en él

2:9 El que odia a su hermano está en tinieblas

3:8 El que peca es del diablo

3:10 Cualquiera que no practica la justicia o que no ama a su hermano no es de Dios

3:14 El que no ama a su hermano permanece en muerte

4:8 El que no ama no conoce a Dios

Nuestra comprensión de los exámenes debe de encajar con el propósito de la epístola. Varias veces leemos en 1ª Juan: 'estas cosas he [o hemos] escrito a vosotros...' (1:4; 2:1, 26; 5:13). Sería normal que un autor incluyera la declaración del propósito de todo el libro al inicio (La referencias de 2:1, 26, y 5:13 parecen referirse a lo que precede inmediatamente a cada una de estas declaraciones). Si esto es así, entonces 1:4 declara que el propósito del libro es llevar a los lectores a un gozo completo al compartir un compañerismo con los Apóstoles y con el Señor (1:3). Compañerismo (literalmente 'compartiendo') se refiere no sólo al establecimiento de una relación, sino también a un crecimiento más íntimo en esa relación. En otras palabras, el propósito de Juan no es establecer una nueva relación, sino mejorar la relación que ya existe. Parece obvio que los lectores ya tenían una relación con Juan y los Apóstoles, así como ellos habían establecido una relación con Dios.

Parece que Juan escribe para proteger la experiencia del compañerismo de los lectores con él y su círculo apostólico y con Dios porque falsos maestros entre ellos estaban negando que los lectores poseyeran la vida eterna (cf. 2:25-26; 5:13), lo cual por su puesto iba a minar cualquier compañerismo existente con los Apóstoles y con Dios. Los exámenes experimentales entonces se enfocan en la calidad de este compañerismo vertical y horizontal. Pero para la seguridad de su vida eterna, Juan les señala a sus lectores la promesa y el testimonio de Dios (2:25; 5:9-12).

La relación que existía entre Juan y sus lectores y su relación con Dios se demuestran en la manera en la que Juan les habla a sus lectores con entrañables términos Cristianos. Él los llama hijitos míos (e.g., 2:1, 18), hijitos a los que sus pecados les han sido perdonados (2:12), hijos de Dios (3:1-2), y padres (2:13-14). Juan también se incluye a sí mismo con los lectores en su experiencia Cristiana (en 3:1, 2; 5:14, 19, 20). Los lectores también tenían la unción de Dios (2:20, 27). Ellos ya tenían una relación con Dios porque ellos habían creído en el Hijo de Dios (5:13). Aún en el enunciado de alguno de los exámenes, se indica que los lectores son salvos al usar la designación Cristiana 'su hermano' (e.g., 2:9; 3:10, 14, 15).

Si Juan estaba haciendo la conducta de sus lectores el examen de su salvación, entonces existe un inevitable problema teológico ya que la fe sola en Cristo sólo no pudiera haber sido la condición para la salvación. En lugar hubiera sido fe en Cristo más la confirmación de una buena conducta. Esto por supuesto compromete el evangelio de la gracia gratuita de Dios claramente enseñado en las Escrituras (Ro 3:21-25, Ef 2:8-9; Tit 3:5).

La salvación o es por gracia a través de la fe o es por obras, no por una mezcla de las dos (Ro 4:4-5; 11:6; 1 Jn 5:1). La salvación condicionada a un examen de conducta destruye la posibilidad de la seguridad de la salvación de uno. Cuando analizamos los exámenes, reconocemos que ninguno de nosotros los hemos guardado todos, ni guardado uno solo a la perfección. Mientras esto sea verdad, entonces las dudas van a continuar acerca de si somos salvos o no.

Las dudas son incompatibles con cualquier relación que tenga una relación íntima. Por ejemplo, la intimidad en el matrimonio se construye en la seguridad del amor y la aceptación incondicional que motiva a cada conyugue a estar abierto a conocerse uno al otro y a dejarse conocer. Si Juan estaba poniendo razones para dudar de la salvación de uno, él estaría anulando su propósito en 1:3-4 de mejorar una relación más profunda con los Apóstoles y con Dios.

Cuando uno reconoce el propósito del escrito de Juan, encontramos una rica recompensa. La epístola lleva a los creyentes a un profundo y más íntimo conocimiento de Dios. Los términos que algunos usan como referencias a la salvación ('en luz/en tinieblas, conoce a Dios/no conoce a Dios, de Dios/del diablo, permanece en Dios/permanece en muerte') se deben ver mejor como referencias a una fuente o a una orientación en lugar de un estado absoluto. Esto describe al creyente experimentalmente en lugar de posicionalmente. Los exámenes llevan a los creyentes a saber si ellos están creciendo hacia una intimidad con Dios o se están alejando de Él. Una explicación más detallada de estas referencias se debe esperar en un estudio futuro.

Los exámenes de 1ª Juan hablan de la experiencia de un creyente. Si se entienden correctamente, llevan a los lectores a una relación más íntima con Dios a Quien ya conocen a través de la fe en el Señor Jesucristo. El propósito del libro no es establecer su relación con Dios, sino que se profundicen en la relación que ellos ya tienen. Si lo vemos de esta manera, 1ª Juan no lleva a los creyentes a la inseguridad acerca de su relación con Dios, sino que mejora su deseo de tener más intimidad con Él.